Corría el año 1833 y el ex-gobernador de Buenos Aires Juan Manuel de Rosas se encontraba alejado de la vida política, en una expedición militar conocida como la primer Campaña del Desierto al sur de Buenos Aires y norte de la Patagonia. Antes de partir, le dejo encargada a su fiel e incondicional esposa Encarnación Ezcurra, que monitoree las acciones de los federales durante su ausencia, para evitar traiciones o políticas anti-federales.
